
El martes 20 de agosto, nuestra comunidad vivió la primera jornada de pausas activas, realizada en el Salón Silva Henríquez gracias a la colaboración de Mutual de Seguridad y la gestión de la Casa Inspectorial.
En esta primera experiencia participaron más de 20 funcionarios, quienes durante 30 minutos se sumaron a ejercicios simples y guiados por especialistas. El objetivo fue desconectarse de la rutina, activar el cuerpo y recuperar energía para continuar con las labores diarias. Estas sesiones se desarrollarán cada 15 días los miércoles, entre las 16:30 y las 17:00 horas.
Las pausas activas, de acuerdo con la Nota Técnica del Instituto de Salud Pública de Chile (ISPCH), son una medida eficaz para contrarrestar el sedentarismo, mejorar la concentración y prevenir molestias musculoesqueléticas derivadas de la vida laboral. Además, se ha demostrado que favorecen el ánimo y fortalecen el clima laboral al promover espacios de autocuidado compartido.
Al respecto, nuestra rectora destacó:
“Estas instancias nos ayudan a reducir la carga laboral que enfrentamos día a día. Sabemos que trabajar en una escuela es complejo y desafiante, pero las pausas activas permiten aliviar esa presión y, al mismo tiempo, fortalecer la cohesión entre los equipos, lo que impacta positivamente en el bienestar de docentes y asistentes de la educación.”
El diagnóstico en Chile refuerza la necesidad de iniciativas como esta: más de la mitad de los trabajadores del país declara realizar poco esfuerzo físico durante su jornada, lo que aumenta los riesgos de fatiga, dolores musculares y estrés. Frente a esta realidad, actividades como las pausas activas se convierten en un recurso concreto y accesible para proteger la salud de quienes conforman nuestra comunidad educativa.
En esta línea, la rectora agregó:
“Estas actividades nos permiten encontrarnos desde otro enfoque, en un espacio más cercano y distendido. Nos ayudan a reconocernos como colegas y compañeros de trabajo, más allá de la formalidad del aula o de la oficina.”
Finalmente, proyectó los beneficios esperados a mediano plazo:
“Esperamos que esta iniciativa favorezca la cohesión de la comunidad y que nuestros educadores se sientan a gusto trabajando aquí. Lo más importante es que reconozcan que son valiosos para la comunidad educativa y que perciban estas pausas como un regalo que nos ofrece la Mutual de Seguridad, un beneficio que necesitamos y merecemos, dada la hermosa pero también desafiante labor de educar.”
La invitación es a aprovechar este espacio voluntario, pensado como un aporte real al bienestar integral. Más que un descanso, las pausas activas representan un compromiso con el cuidado personal y con la construcción de un ambiente laboral saludable.